miércoles, 26 de octubre de 2016

Decisión

Autora: Pilar Sanjuán

No lo pude evitar. Cuando sus ojos me miraron, sentí que mi ánimo desfallecía. Noté una conmoción en todo mi ser. Una alteración en mis sentidos. Era como flotar.
Me dio miedo sucumbir a ese encantamiento, pero mi voluntad estaba perturbada. Eran unos ojos profundos, una mirada honda que me atravesaba como si yo fuera de cristal. Si seguía mirándome así, no me quedarían fuerzas para resistirme. Él se acercó sin dejar de mirarme. Cuando estuvo junto a mí alargó su mano buscando la mía. Yo, como una autómata, se la di y lo seguí colgada de aquella mirada, sin poder evitarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario