Por
una serie de circunstancias mi salud no ha sido muy buena en estos últimos
meses, más o menos desde el mes de agosto hasta el día de hoy aunque ya me voy
sintiendo cada vez mejor.
Por
todo esto me ingresaron en el hospital el 29 de enero, cuando consideraron los
médicos que estaba recuperada, me dieron el alta faltando tan solo un día para
completar el mes.
Tuve
el encuentro de nuevo con algo que igual no valoramos lo suficiente: la luz del
sol, el viento, e incluso el frío, todo eso lo contemplaba a través de la
ventana del hospital. Aunque fueron bastantes días tenía la ilusión de mejorar
e irme a mi casa.
Esto
me ha hecho pensar en gente que entraron en la cárcel con más o menos razones,
y sobre todo he pensado y pienso en aquellas personas que solo por ideas
políticas un día les privaron de su libertad durante años y años. Me pregunto
cómo será el encuentro de nuevo sin rejas ni paredes.
Me
ha venido a la memoria un libro que leí hace unos años: "Decidme cómo
es un árbol" Memoria de la prisión y la vida de MARCOS ANA. Luchó del
bando de los republicanos durante la Guerra Civil Española, al terminar en 1939
fue detenido y permaneció preso durante 23 años, de AHI estos versos:
MI
CASA Y MI CORAZÓN (sueño de libertad)
Si salgo un día a la vida
mi casa no tendrá llaves:
siempre abierta, como el mar,
el sol y el aire.
Que entren la noche y el día,
y la lluvia azul, la tarde,
El rojo pan de la aurora;
La luna, mi dulce amante.
Que la amistad no detenga
sus pasos en mis umbrales,
ni la golondrina el vuelo,
ni el amor sus labios. Nadie.
Mi casa y mi corazón
nunca cerrados: que pasen
los pájaros, los amigos,
el sol y el aire.
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