Autora: María Gutiérrez
El mar es como la amistad, se ve el principio
pero no el final. Nos abraza de norte a sur y
de este a oeste. Tiene día y noche, calma y bravura, brisa y tempestad,
agresividad y acogimiento…
Los pescadores lo saben muy bien que a diario
salen a la mar para ganarse el pan a bordo de sus embarcaciones exponiéndose a
muchas calamidades para conseguir una buena jornada de pesca desafiando incluso
las inclemencias del mal tiempo.
Otras veces emprenden una aventura que puede
durar meses e incluso años viéndose obligados a estar alejados de la familia y
de su tierra. Es de verdad de los trabajos más duros y arriesgados el
encontrarse en alta mar pescando, teniendo que vencer tempestades y
temperaturas extremas, zarpando de puerto en puerto. También van con la ilusión
de encontrar alguna sirenita que les ayude a alegrar un poco sus vidas…
Desde los tiempos más remotos el mar ha impuesto
temor y atracción, pero el espíritu aventurero del hombre fue venciendo todos
los obstáculos posibles, no faltando nunca navegantes dispuestos a conquistar
otros mundos a través del mar como Cristóbal Colón, Juan Sebastián Elcano,
Magallanes…
El mar tiene su patrona la Virgen del Carmen,
siendo para los pescadores su más fiel protectora llamándola ´La estrella de
los mares´. En la época estival hay infinidad de personas que les encanta pasar
las vacaciones junto al mar. Todo depende del bolsillo de cada uno. Hay quién
elige hacer un crucero con la ventaja que pueden conocer distintas ciudades en
un solo viaje. Otros, los menos disponen de yate para disfrutar a lo grande del
mar…
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