El
invento de la televisión ha sido lo mejor que han podido sacar para todo el
mundo, pero sobre todo para las personas mayores que ya no pueden salir
a la calle para distraerse.
Hay programas para todos los
gustos: Para quien le guste madrugar y para los que prefieran trasnochar. También hay programas muy simpáticos dedicados
a los menores con los que se lo pasan muy bien… menores
y mayores.
Asimismo tenemos los más
mayores, un gran programa dedicado a que nos busquen novio, o pareja, y está haciendo la vida más más llevadera a muchísimas personas que no pueden vivir en
soledad.
El programa es bueno y está muy
bien dirigido, pero creo que todo se debe al presentador, porque
no es nada fácil tratar con
personas tan mayores y hacerlo con respeto y gracia.
Por supuesto que hay varias cosas en
televisión que no me hacen mucha gracia, pero es porque
no los entiendo; como los programas de política, cuando en una tertulia quieren
hablar todos al mismo tiempo, y yo, que apenas si oigo, no
me entero de nada, entonces le quito la voz a la tele y empiezo a decirle a todos los que están debatiendo lo que me da la gana, ¡los pongo de vuelta y media!, y no me molesta nadie, ni me hacen callar.
Otra de las cosas que me gustan en
televisión son las películas de amor, pero las “antiguas”,
porque salían unos actores ¡tan guapos!, y tan bien hechos, que
te quitaban el sueño.
No recuerdo
los nombres, pero con, o sin
nombre, estaban para comérselos, y hacían tan bien hecho
el papel de enamorados, que
te ayudaban a enamorarte, ¡y eso que no había la libertad que hay ahora!,
pero te animabas a imitarlos.
Las películas de amores de ahora se dedican todas a lo mismo, o se matan a palos, o
a desbaratar camas.
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