A este grupo de gustos compartidos.
¿Por qué miramos a lo lejos para vislumbrar la belleza,
sin apenas apreciarla cuando la tenemos tan cerca? ¿Por qué soñamos con lugares
bellos si estando despiertos los tenemos
ahí, a la vuelta de la esquina?¿Por qué ideamos pinturas de gente bella, sin tener
conciencia que pertenecen a personas
reales y pasan por nuestro lado sin
apenas darnos cuenta?
Una tarde
de cada mes, fechada de antemano, me
encuentro con un grupo de gente bella, pero no los miro con los ojos entornados
y de soslayo, sino de frente y muy abiertos.
Porque, una vez al mes, disfruto de las palabras de una voz
entre temblorosa y tímida arrebujada de madurez. En tu voz, Amalia, percibo un lastre de curiosidad a lo largo de
una vida que, entre pespuntes e hilvanes, has apuntado más allá, abriendo tu
mente hacia pensamientos elevados, y así los expresas en un papel nervioso que
escupe reflexiones lúcidas que hasta te atreves a adornarlas con tintes borgeanos,
lorquianos… Te quejas de un cuerpo
cansado, de la carga de los años, ¡qué importa! mientras te muestres orgullosa
de esa enorme voluntad de seguir aprendiendo, con toda tu clarividencia y brillantez
octogenarias dignas de elogiar y secundar.
Y tú, juventud,
que ocupas el flanco opuesto de la frontera. Nos dedicas cada mes, casi siempre
desde la ausencia, inquietudes que te corroen y nos taladra con fuerza la amargura de muchas
de tus palabras. Alguna vez te he insistido: “escribe algo que me haga sonreír”.
Pero ¿quién soy yo para determinar tu voluntad? Tu frescura me conmueve y de
forma casi instintiva mi trato es protector, pero ¿qué más da? Me siento hasta
orgullosa de que un día me tacharan de serlo.
Y éste,
nuestro otro Antonio, con un grado más elevado en la línea del tiempo. Siempre
que te diriges a nosotros, lo haces desde la serenidad y la paciencia. Palabras
calmadas, repletas de sabiduría, transmitidas desde la experiencia. Eso
demuestra que has sido y sigues siendo un excelente profesor. Déjame decirte,
que envidio tu enorme voluntad de seguir creyendo en lo que haces, y que muy
pronto tendremos en nuestras manos ese libro que ansías continuar desde la
placidez de un nuevo ciclo, sin prisas, sin horarios, siendo tú el único motor
que gestiona tu tiempo.
Continúo
con Patro. Tan agradecida siempre, valorando
con ese entusiasmo que solo tú sabes hacer, lo que realizamos y que imprimes al
grupo la ilusión de seguir escribiendo.
Sin artificios ni enredos, de forma clara y directa nos atrapas con tus historias, tú que tan poco te aprecias,
y que aún no te has dado cuenta del gran mérito que supone desentrañar memorias,
darles vida y expresarlas delante de un grupo de personas. Nunca olvides que
todos aprendemos contigo
.
Y qué voy a
decir del alma inquieta, de la franqueza y espontaneidad de Rafi. Qué sería del
grupo sin esa chispa de humor que siempre te acompaña. Me encanta
verte con todos tus folios revueltos, con tus escritos desordenados, para luego
disfrutar de todo lo que cuentas. De tus anécdotas, de tus chistes y chascarrillos,
que nos arrancan risas y hasta carcajadas, tan imprescindibles en la vida de
cualquiera. Nos haces pasar un buen rato, que de eso se trata, y cuando
terminamos, volvemos a casa con otra cara, con el ánimo elevado, y eso, te lo
aseguro, no se compra en ninguna parte.
Le ha
llegado el turno a Pilar. Todo un
ejemplo a seguir. Me encanta el vasto conocimiento que tienes de la vida. Admiro tu desafiante mirada
a todo lo que te rodea, tu inconformismo, tus profundas
convicciones. Disfruto enormemente de tus reflexiones y análisis que desde la sabiduría, la sensatez y
veteranía que posees nos descifras cada mes. Además, eres la artista plástica
del grupo. De eso no cabe la menor duda.
Y quiero
terminar con alguien a quien ya empecé a querer hace algunos años, cuando me dejaba
copiar en los exámenes de inglés y que, poco a poco, su visión desenfadada de la vida hizo mella.
Eres una persona optimista que sabes exprimir el jugo a todo lo que te
rodea. Hay tres cualidades que llegan a conquistarme de una persona: la inteligencia,
la humildad y la sencillez, y tengo la certeza de que tú, Mari Carmen, porque Carmen a secas me cuesta
muchísimo y eso que lo he intentado, las tienes y las superas con creces. Me
alegro de haberme topado contigo, creo que ha sido lo mejor que me ha pasado cuando un día me aventuré en aquella empresa del inglés.
....tu Elena, la que recoge todas y cada una de esas inquietudes, tu nuestro lienzo donde nosotros en pinceladas lo modelamos en este blog, modelando nuestras inquietudes en vals de palabras, que tu cada semana sabes recoger haciendo que el viento no se las lleve.... Gracias por todo, ya que sin ser la mayor de todas actuas como una madre para todos, siempre con tu ternura, tus consejos y esa alegría que te caracteriza sin perder nunca la sonrisa.
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