martes, 23 de abril de 2013

Celos

Autora: Amalia Conde


“Los celos no nacen del amor: de hecho ya están en la persona celosa antes de enamorarse, ya están antes de conocer a quien va a enamorarle. Cuando decimos que alguien es celoso es porque lo es así y de siempre, por mucho que después se convenza de que sus celos se los trae el otro, por mucho que se empeñe en culpar a otros de su sufrimiento.
Los celos nacen del temor: la persona celosa teme tanto o más que ama. Teme perderle, a que se vaya con.., a que prefiera a…. Sin embargo siempre dice que se pone celoso porque le quiere, que se pone así porque le importa.
Le quiere, sí pero ¿le quiere QUÉ?, le quiere poseer, le quiere para sí, reasegurada, incondicional, disponible siempre, aunque no siempre le quiera cerca. Le quiere, seguro, y mucho, sI, dice,… Entonces ¿a qué tanta desconfianza? ¿a qué tanto control? ¿a qué tanta propiedad? ¿a qué tanta bronca? Se diría que la persona celosa está segura de su amor pero critica el de la pareja, recela y acaba desconfiando de ella. Los celosos no dudan de su amor hacia..., pero no dejan de dudar del amor de..., dan por supuesto que aman mucho más y mejor que son amados, y eso parece que les da derecho a exigir, y a castigar. La persona celosa siempre se considera a sí misma fiel, leal, sin dudas ni tentaciones y, sin embargo para ella, la pareja ronda la traición, flirtea con la infidelidad, le hace daño. Por su propia inseguridad sufre, por su desamor pasado, o por los amores que defraudaron, acusa. En definitiva no puede disfrutar del amor que se le ofrece.”

 Itziar Cantera,  Si soy celoso es porque temo más que amo.


El primer crimen que se cometió en el mundo a consecuencia de los celos fue entre hermanos. ¿Quién no recuerda a Caín y Abel? A pesar de que hace tantos siglos ahí está presente, como queriendo dar un aviso de lo que no debemos hacer. No es muy buena época la que atravesamos para que las personas sientan temor de Dios.

Hoy es muy corriente escuchar en la tele crímenes entre padres, hijos, hermanos, y sobre todo de maridos celosos que se sienten más hombres martirizando a su pareja. Así que entre los celos y la envidia nos vamos a quedar muy claros en el mundo. (Tan claros como el Papa).

Si nos dedicamos a los celos de amores habrá que prepararse porque los hay para todos los gustos. Se suele decir que los celos los da el cariño, pero también dicen que hay cariños que matan. Al hombre celoso hay que estudiarlo bien y enterarse de lo que es capaz de hacer, si la novia está muy enamorada y segura que lo quiere tal como es, pues que se case, “ya se enterará de lo que vale un peine”, le echará en cara las veces que va a la peluquería y que se pinta mucho para ir al mercado. ¡Ese traje, no creo que sea el más indicado para ir al médico!, ¿o es que te gusta ponerlo nervioso? Esta semana se acabaron las reuniones con tus amistades... Y así un día y otro hasta que se acostumbra a ser una extraña en su propia casa.

Los celos de las mujeres son un tormento para toda la familia. Si el marido tiene un horario fijo para el trabajo, para la comida, para acostarse y levantarse, naturalmente para llegar a casa, tiene que llegar puntual, de lo contrario su mujer ya está haciendo preguntas a diestro y siniestro. ¿Qué pasa hoy? ¿Es que tienes que estar hablando con ese tío siempre? o ¿es que con quien hablas es con una mujer? ¿Por qué te has puesto hoy ese traje que te estuve planchando ayer? ?¿esa corbata no es la que te pusiste esta mañana... Naturalmente al marido no le da tiempo contestar a tantas cosas y no habla nada, así que se va al trabajo sin comer.

Hay personas que tienen celos hasta de quien las está criticando, cuántas veces he oído decir: Esa tiene un don de palabra que convence a cualquiera de lo que está diciendo. O sea, que la están criticando y en vez de darle rabia por lo que están diciendo de ella, siente celos del don de palabra que tiene quien la está criticando.

Tenemos celos de tantas cosas que no podemos olvidar a las vecinas pudientes que cambian de coche con facilidad y hacen arreglos en el piso con frecuencia, entonces la vecina menos pudiente está preparada para ver los defectos: ¡el coche que se ha comprado la vecina es del año de la polka!, ¿y el arreglo que le ha hecho al piso?, ¡pues lo ha dejado peor que estaba!

No hay comentarios:

Publicar un comentario