Discurso de Juana García Jordán, profesora de Literatura en el Instituto de Secundaria "Clara Campoamor" de Peligros (Granada) e integrante del grupo de la Tertulia de la Biblioteca de la Chana, con motivo de su bien merecido premio provincial "Promoción de las bibliotecas escolares" otorgado por la Delegación de Educación de Granada.
Buenos días. Vaya por delante mi agradecimiento a las
personas que desde Delegación me han creído merecedora de este premio. Gracias
a las señoras Delegadas provinciales y Consejera de Educación por presidir este
acto y entregar estos premios. Porque emociona sentir que tu trabajo diario es
apreciado, que una profesión tan vocacional, tan importante como la educación
es valorada. Necesitamos el reconocimiento de nuestras autoridades, porque el
contacto directo con el alumnado es tan intenso y requiere tanta fuerza que
agradecemos mucho esa palmada en el hombro, ese ánimo, para seguir con más
entusiasmo todavía.
Dijo alguien que si trabajas en lo que te gusta no
tendrás que trabajar ni un solo día. Soy profesora vocacional, me encanta lo
que hago, aunque es dificilísimo, no voy a decir imposible, enseñar al que no
quiere. Creo que la educación es el pilar fundamental para el futuro y que es
la revolución que falta, la que iguala a los seres humanos. Educar es cimentar
el futuro, pero se necesita mucha fuerza porque parece que vamos a
contratiempo: queremos enseñarles que lo importante, que lo que verdaderamente
llena el corazón no son las cosas, ni las marcas, ni todo lo aparente; que sólo
lo ganado con esfuerzo, solo la profundización da y muestra su premio. Pero a
pesar de cómo están los tiempos, (porque hasta los médicos reciben a sus
pacientes de uno en uno y nosotros de 30 en 30), nosotros, sin capa de Supermán,
pero con mucho ánimo salimos cada mañana
a hacer el milagro. No nos faltan alegría ni ganas porque creemos en lo que
hacemos y trabajamos con personas a las que nos gustaría despertarles el amor
por el saber, y al ser de lengua y literatura acercarlos al mundo de los libros
para que puedan ser lo que quieran, porque cuando uno sueña no hay límites y
siempre que se abre un libro empieza una aventura.
Por supuesto mi agradecimiento a la directiva de mi
centro, el IES. Clara Campoamor de Peligros, que cada vez apoya más la lectura
y la biblioteca; a José Antonio Ruiz, director, aquí presente, a Juan Marín,
Jefe de Estudios y a todos los compañeros que se han sumado a este sueño; sobre
todo a los que están aquí porque colaboran y sienten la biblioteca y la
lectura: Antonio Morales (Matemáticas), Inma Gallegos (Sociales), Francisco
Fernández (Inglés), José Antonio Martín (Naturales), Eva Iáñez (Lengua) porque le dedicamos muchas horas de nuestro
tiempo a la biblioteca, pero nos compensa con creces porque disfrutamos leyendo,
orientando, recomendando libros, dando fildurcios, unas papeletas numeradas con
un extraterrestre lector que damos a cambio de libros leídos, según el número
de páginas o si son clásicos (cosas que inventa Don Antonio y que sirven para
obtener premios, hasta un libro electrónico y viajes a Isla mágica gratis a los
que leen más de 40 libros, pero con la crisis, este curso no sabemos qué
pasará, ya nos las apañaremos). Gracias muy especiales a Arturo García, de
sociales, compañero en el instituto de Motril, La Zafra, un instituto con unos
compañeros y unos alumnos para mí entrañables; después Arturo fue compañero en
Peligros y ahora sin nosotros y sin los fildurcios está en el Padre Manjón, donde sabemos que con su
buen hacer conseguirá contagiar su amor a los libros. Porque esto se contagia.
A nosotros los profes nos da muchas alegrías la lectura, es un premio diario:
Un instituto con alrededor de 370 alumnos como el nuestro, sólo de la ESO,
(aunque ya nos gustaría y luchamos por tener bachillerato) tuvo en el curso pasado
un préstamo de 4500 libros y en este curso a estas alturas ya hemos superado
los 3000. Son cifras impresionantes. Eso significa que la biblioteca es parte
fundamental del centro, que tiene mucha vida y una afluencia tremenda, tenemos
colaboradores que aconsejan, forran, colocan… porteros como Mario que sólo deja
entrar con carné y que tiene que frenar a veces verdaderas avalanchas. No se
pueden imaginar la felicidad que nos aporta prestar tantos libros, recomendar,
paladear los comentarios emocionados del alumnado sobre libros que les han
encantado, con los que se han emocionado, sufrido y hasta enfadado porque no les
gusta el final. El boca a boca arrasa, casi todos los alumnos tienen un libro o
dos y la lectura se vive en el centro con verdadera intensidad. El regalo es diario
pero lo que más nos satisface es abrirles la puerta a otro mundo, a otra
dimensión donde jamás se van a aburrir, porque como dice Pedro Salinas:
No hay
tratamiento más serio y radical que la restauración del aprendizaje del buen
leer en la escuela. El cual se logra no por misteriosas ni complicadas reglas
técnicas sino poniendo al escolar en contacto con los mejores profesores de
lectura: los buenos libros...
La literatura es una ventana y también un espejo dice Antonio Muñoz Molina, una ventana al mundo y
también una mirada a ti mismo, una mirada interior.
Nos
ponemos a leer diariamente, porque a leer se aprende leyendo. Planificamos las
lecturas, seleccionamos, trabajamos, examinamos de muchos libros y le damos
vida a miles de historias; porque la lectura es fundamental para el acceso al
saber y te hace soñar, viajar, vivir otras vidas, embarcarte en mil aventuras,
sentir, emocionarte e identificarte con lo que sienten los personajes.
La evolución que se produce en la lectura es palpable,
comienzan leyendo literatura juvenil y muy pronto se van adentrando en el mundo
de los autores clásicos. Leer es un proceso. Nosotros sólo pedimos un libro
como mínimo por evaluación, pero cuando se propicia el espacio y el tiempo para
leer y los libros ofertados son buenos, se dispara la lectura y cada alumno va
a su ritmo. Tampoco hay que desdeñar el número de libros leídos, aquí tenemos
alumnas que han leído en un curso más de 80 libros. Un alumno que se habitúa a
leer, lo hace con placer y comprenderá mucho mejor, aumentará su vocabulario,
mejorará su ortografía, por no hablar de su imaginación y su fantasía.
Es emocionante cuando los alumnos te comentan los
libros, ver cómo les ha gustado y cómo han disfrutado, lo enriquecedor que es
ese comentario personal, la pasión con que viven esas historias y el mano a
mano constante de ciertos títulos.
Por eso mi último y muy especial agradecimiento es a
los alumnos, porque trabajamos con personas, con sentimientos, con una edad
difícil, la adolescencia; con excesos en amores, odios, pasiones y hormonas;
pero que se implica con la misma pasión en todo lo que hace y que vive con
desbordante intensidad la lectura. Gracias por regalarnos esa fuerza, por
compartir con nosotros tantos momentos gozosos, por la implicación de sus
familias, que leen los mismos libros, y hasta hacen que los devuelvan tarde
porque los leen su padre o su hermana mayor. Toda esta efervescencia, esta
intensidad con que se viven las cosas a su edad, nos hace mejores, nos rejuvenece
y llena de sentido la palabra enseñar.
Muchas gracias
Vídeo del acto de entrega del premio
JUANA, YA ERA HORA DE QUE TU TRABAJO, TESÓN, GENEROSIDAD Y TRABAJO, FUERAN RECONOCIDOS PÚBLICAMENTE. CON UNOS CUANTOS PROFESORES Y PROFESORAS DE LENGUA Y LITERATURA COMO TÚ, TAN IMPLICADOS EN LA EXTENSIÓN DE LA LECTURA Y LAS BIBLIOTECAS, EL PANORAMA DE NUESTRA COMUNIDAD AUTÓNOMA CAMBIARIA DE RAIZ. UN ABRAZO MUY FUERTE
ResponderEliminarMARIÁNGELES