Autora: María Gutiérrez
Dijo: Se acabó. Bastaba ya de esperar solo
ordenes, llevaba toda la vida escuchando
a los demás con toda la calma del mundo, aunque no compartiera sus ideas,
siempre pensando en los otros, haciendo incluso lo que no le apetecía,
intentando tener el mejor aspecto, la mejor sonrisa…
Cansada de que todo le diera igual empezó a ir cambiando de aptitud, plantándole
coraje y valor a la vida, asumiendo el riesgo, afrontando el miedo frente a lo
que consideraba importante para ella,
como era ser feliz y contagiar a los demás.
Nunca he debido adoptar una postura tan neutral,
ahora voy a invertir en mí, voy a dejar de ser invisible. Quiero ocuparme de
las cosas que más me llenan, con mis propios criterios, sin fingir, dando lo
mejor de mi misma, siendo muy positiva, haciendo lo que me gusta, me importa y
deseo hacer. No quiero ser un simple
instrumento de las ideas de los demás.
Elena se ha dado cuenta de que la vida es muy breve y hay que sacarle jugo, exprimirla al máximo, disfrutando de todo lo bueno que
hay a nuestro alcance. Se ha llenado de entusiasmo, buscando nuevos proyectos
abriendo otros caminos y sin perder ni un segundo se ha puesto manos a la obra.
Mi mayor deseo es que Fernando deje de estar
enfadado con el mundo, que viva y deje
vivir a los demás y que la prepotencia deje de ser uno de sus defectos.
Si nos lo proponemos, todo puede cambiar para bien de toda la familia, a fin de cuentas si nos paramos a pensar, observaremos que “LA VIDA TAMBIEN
ES BELLA” y se merece vivirla saborearla y disfrutarla a tope. Me
siento hoy por hoy comprometida con ella.
Elena.
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