martes, 31 de enero de 2012

Me da igual, me da lo mismo (segunda parte)


Autora: María Gutiérrez


Dijo: Se acabó. Bastaba ya de esperar solo ordenes, llevaba toda la vida  escuchando a los demás con toda la calma del mundo, aunque no compartiera sus ideas, siempre pensando en los otros, haciendo incluso lo que no le apetecía, intentando tener el mejor aspecto, la mejor sonrisa…
Cansada de que todo le diera igual  empezó a ir cambiando de aptitud, plantándole coraje y valor a la vida, asumiendo el riesgo, afrontando el miedo frente a lo que consideraba importante para  ella, como era ser feliz y contagiar a los demás.

Nunca he debido adoptar una postura tan neutral, ahora voy a invertir en mí, voy a dejar de ser invisible. Quiero ocuparme de las cosas que más me llenan, con mis propios criterios, sin fingir, dando lo mejor de mi misma, siendo muy positiva, haciendo lo que me gusta, me importa y deseo hacer. No quiero  ser un simple instrumento de las ideas de los demás.

Elena se ha dado cuenta de que la vida  es muy breve y hay que sacarle  jugo, exprimirla  al máximo, disfrutando de todo lo bueno que hay a nuestro alcance. Se ha llenado de entusiasmo, buscando nuevos proyectos abriendo otros caminos y sin perder ni un segundo se ha puesto manos a la obra.

Mi mayor deseo es que Fernando deje de estar enfadado con el mundo, que viva  y deje vivir a los demás y que la prepotencia deje de ser uno de sus defectos.

Si nos lo proponemos, todo puede cambiar  para bien de toda la familia, a fin de cuentas  si nos paramos  a pensar, observaremos que “LA VIDA TAMBIEN ES BELLA” y se merece  vivirla  saborearla y disfrutarla a tope. Me siento  hoy por hoy comprometida  con ella.
Elena.                     
                               

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