martes, 28 de febrero de 2012

Luciérnagas


Autor: Antonio Pérez

Luciérnagas

Luciérnagas en la noche no paran de cantar,
¡Cuán alegría llevan!, y yo las quiero matar.
La soledad me acompaña, quizás ella quiera escuchar.
¿Por qué el amor es tan fugaz?; ¿por qué no puedo vivir en paz?

Las estrellas lloran Luceros; por mi cantar escuchar,
las ranas entristecidas han dejado de croar,
y mi alma con esta herida, ya no puede aguantar más.
¿Porque el amor es tan fugaz?; ¿porque no puedo vivir en paz?

Mis ojos sangre lloran, casi van a estallar,
ojeras es lo que recojo al sembrar en mí el insomnio,
que con puro arte de campesino, después las tengo que labrar.

¡Oh, dulce flor!, ¿por qué tuviste que marchitar?
¿Acaso no tenías suficiente agua, o añorabas el trasplantar?
Que vengan los demonios del infierno, que vengan ¡Ya!
Pues la muerte ya no temo, ella ya de mí se ha de jactar.

¿Qué mal en este mundo hice, qué mal pude hacer yo?
Si mi ignorancia era suprema, ni una mosca pude matar.
¡Dadme, oh! Ángeles una razón de vivir,
lo que me arraigaba en este mundo, pronto se ha de pudrir.

¿Por qué la vida es así,  por qué mi alma no puede ser feliz?
¡Oh dios bendito! Ayúdame a salir.
Solo desolación en mí queda, no me abandones así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario