domingo, 22 de enero de 2012

Así sea

Autora: Rafaela Castro

Al levantarse,  Elena se miró al espejo después de pasar una noche de insomnio porque sus tribulaciones y miedos no la dejaban conciliar el sueño. La imagen que vio en esos momentos fue el de una mujer acabada como una marioneta sin voluntad. Notó cómo un resorte que se reactivó en aquellos momentos y sintió dentro de ella una valentía y rebeldía que, desde aquella época de los setenta, no había vuelto a sentir.

De aquellos tiempos pasados aún conservaba algunas amistades, sobre todo su amiga María que era la eterna disconforme, aunque muy buena gente. La llamó para pedirle que cuando tuviera una reunión del grupo feminista, le avisara. De aquella reunión, más que actitudes por ser mujeres y ver al hombre como enemigo, se habló de derechos y obligaciones pero no por condición de ser de un sexo o de otro, y que nadie tiene derecho de anular a ningún ser humano, por el mero hecho de serlo. El punto de vista de uno y de otro son igual de válidos.

Elena estaba dispuesta a salvar su matrimonio porque sentía mucho amor por Jorge y pensaba que éste era recíproco. Hablaron los dos. Ella puso sus cartas sobre la mesa pero no quiso hablar de separación. El vio en Elena tanta valentía que pensó:"o procuro cambiar o podría perderla para siempre". Las cosas no se arreglan de un día para otro pero si lo intentamos, podemos ver cómo echándole valor a los problemas que se nos vayan presentando, podemos cambiarlos y para bien.

Se sentía cada día más persona y más feliz. Jorge estaba cambiando, se notaba y muy mucho que así sea.


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